La Universidad Gallaudet se estableció en 1864 y se convirtió en la primera institución educativa estadounidense para personas sordas y con diferentes capacidades auditivas. La universidad es oficialmente bilingüe, y se utiliza lenguaje de señas americano (ASL) e inglés escrito en todos los programas educativos. A lo largo de los años, ha crecido, adaptando tanto sus métodos de enseñanza como sus espacios a las necesidades de sus estudiantes y a su vez, aprendiendo de ellos sobre cómo contrarrestar los desafíos que enfrentan y crear un ambiente más seguro y cómodo. Estas lecciones se convirtieron en pautas de diseño, creadas para educar a la comunidad arquitectónica sobre las estrategias que pueden emplear para alcanzar espacios más accesibles para todos.
El campus de la universidad fue diseñado en 1866 por Frederick Law Olmsted, famoso por su diseño del Central Park de la ciudad de York. El campus que abarca alrededor de 40 hectáreas en Washington D.C. ahora está reconocido como parte de un Distrito Histórico Nacional e incluye más de 230.000 metros cuadrados de edificios académicos, residenciales y de apoyo. A través de una cuidadosa planificación y adaptación, este espacio refleja los principios de accesibilidad e inclusión.
En 2005, el arquitecto Hansel Bauman de HBHM Architects inició una colaboración con ASL y los Programas de Estudios para Sordos para crear el Proyecto DeafSpace (DSP). Esta asociación resultó en el desarrollo de las Pautas DeafSpace, una guía de diseño con recomendaciones para más de 150 elementos arquitectónicos y su contribución a la creación de un mejor entorno construido para la comunidad de sordos y señas. Estas directrices abordan cinco áreas clave que es importante que los arquitectos/as y diseñadores que trabajan con estas comunidades tengan en cuenta.
Artículo relacionado
El efecto "Curb Cut": La arquitectura accesible nos beneficia a todosEspacio y proximidad
A través de normas culturales, cada comunidad define sus estándares de proximidad, determinando las distancias cómodas entre los individuos que conversan. La comunidad sorda tiene su conjunto particular de requisitos de distancia informados por sus necesidades de comunicación. Para iniciar una conversación, se requiere contacto visual, mientras que se necesita de un amplio espacio alrededor de los brazos para poder hacer señas cómodamente, un concepto conocido como “espacio para señas”. Cuando se reúnen en grupos más grandes, las personas sordas tienden a formar círculos que permiten a todos los individuos comunicarse entre sí. Estos métodos de comunicación suelen requerir espacios de dimensiones más generosas para dar lugar a todo tipo de interacciones.
En contraste con las personas oyentes para quienes los recintos físicos ofrecen una sensación de seguridad, las personas sordas tienden a sentirse más seguras en espacios abiertos que ofrecen control visual. Para ello, los espacios interiores necesitan paredes transparentes, grandes aberturas y paneles corredizos entre las zonas comunes, con alturas variadas para líneas de visión claras. Los caminos principales pueden incluir "remolinos" para conversaciones más privadas, mientras que la disposición de asientos fijos y flexibles promueve la interacción. Los espacios también deben estar equipados con pedestales y estantes que ofrezcan lugares para colocar las pertenencias mientras se utiliza el lenguaje de señas, facilitando así la comunicación visual sin obstáculos. Para las personas sordas, la disposición de los asientos debe garantizar una línea de visión adecuada para una comunicación legible, prefiriéndose mesas redondas o con forma de herradura. También se recomienda que las aulas utilicen una disposición de asientos en forma de herradura para el acceso visual.
Alcance Sensorial
El Alcance Sensorial se refiere a los sistemas interconectados de percepción (oír, ver, oler, sentir) que los individuos utilizan para comprender y orientarse en el espacio. Para las personas sordas, ampliar el alcance sensorial implica utilizar señales visuales, vibratorias, táctiles y sociales para lograr una conciencia espacial integral. Al diseñar espacios para personas sordas, varias estrategias pueden mejorar estos sistemas de comunicación multisensorial.
Los sistemas visuales se utilizan normalmente para reemplazar las alarmas auditivas o los sistemas de notificación. En un ejemplo, los timbres activan una lámpara dentro del espacio privado para contactar al ocupante de la habitación. Las alarmas de reloj incluyen dispositivos de agitación que introducen vibraciones, mientras que los sistemas de alarma utilizan una combinación de luces estroboscópicas visuales y dispositivos vibradores para garantizar que todos los ocupantes estén alertados. También se pueden incluir en el diseño zonas de vibración, entendidas como áreas limitadas donde se utilizan determinadas superficies del suelo para propagar las vibraciones. En los espacios públicos, estos proporcionan una pista sutil para acercarse a las personas como medio para mitigar las interrupciones abruptas.
Movilidad y Proximidad
Uno de los principales objetivos de los sistemas DeafSpace es crear condiciones seguras y libertad de movimiento para la comunidad de señas, minimizando los peligros y permitiendo flujos de circulación fáciles. Es esencial contar con aceras, senderos y corredores más anchos para recibir a grupos de personas que hacen señas mientras caminan. Deben evitarse transiciones bruscas o en ángulo. Además, las rampas son preferibles a las escaleras, ya que permiten un flujo de movimiento más suave y reducen el riesgo de tropiezos. Cuando sea necesario, las escaleras deben configurarse para facilitar la comunicación y la facilidad de uso, garantizando que el movimiento siga siendo fluido e ininterrumpido.
Los umbrales y las intersecciones, como las entradas y salidas de los edificios y los cruces peatonales, deben diseñarse para mantener una circulación fluida y una conversación continua por señas. El uso de señales verticales, como la construcción de arcadas y elementos arquitectónicos rítmicos, ayuda a las personas a orientarse y anticipar cambios en su camino a través de la visión periférica. Estos elementos mejoran la navegación y el flujo de conversación, reforzando la importancia de diseñar edificios y paisajes con sensibilidad a cómo las personas sordas perciben y se mueven en su entorno.
Luz y Color
Las personas sordas y con capacidades diferentes de audición dependen en gran medida de métodos de comunicación visual, como el lenguaje de señas, la lectura de labios y las expresiones faciales. Las malas condiciones de iluminación, los reflejos y los patrones de sombras pueden interrumpir estos tipos de comunicación, lo que contribuye a la fatiga ocular y la pérdida de concentración. En todo el campus universitario, se utilizan elementos arquitectónicos específicos, como persianas, para controlar la luz natural y difundir la luz solar directa. Esto se extiende a los caminos exteriores, que a menudo están sombreados para proporcionar un ambiente libre de deslumbramiento. Un ejemplo similar es el parque urbano Silk Tree Deaf Friendly en Irán, diseñado por Ashrafi & Zad, donde se proporcionan espacios circulares con sombra para permitir conversaciones cómodas para personas de todos los niveles de audición.
Además de la luz natural, se emplea luz artificial para proporcionar niveles de iluminación confortables. Los espacios de presentación están diseñados con sistemas de iluminación flexibles para una variedad de tipos de presentaciones, con luces regulables separadas de los conos de luz necesarios para los presentadores e intérpretes. Para la noche, los espacios públicos están equipados con focos de luz que crean espacios de reunión dentro de espacios más grandes. En la mayoría de los espacios, se recomienda colocar las fuentes luminosas de manera que laven las superficies con luz para evitar puntos calientes y sombras, en lugar de colocar las fuentes de luz en el centro del espacio.
El color también se puede utilizar estratégicamente, empleando suaves tonos de azul y verde como fondos. Esto crea contraste con cada tono de piel, resaltando el lenguaje de señas y creando una atmósfera relajante. Cuando se utilizan de forma controlada, los colores de alto contraste mejoran la visibilidad y la navegación. La textura de las superficies también juega un papel importante a la hora de reducir el deslumbramiento. Se deben evitar superficies altamente reflectantes o especulares como el acero inoxidable o la piedra pulida, optando en su lugar por texturas mate o rugosas. Para mejorar la visibilidad en ciertos espacios, también se pueden emplear espejos estratégicamente para permitir a las personas un mayor control visual de su entorno.
Acústica
La cuestión de la acústica puede parecer un aspecto menos crítico de los espacios diseñados para personas sordas y con diferentes capacidades de audición, pero las personas tienen una variedad de capacidades auditivas y muchas de ellas utilizan audífonos, implantes cocleares u otros dispositivos de asistencia auditiva. Estos mismos dispositivos son capaces de amplificar todos los sonidos, aumentando así el ruido de fondo a niveles a menudo incómodos o incluso dolorosos. Una acústica adecuada minimiza el ruido y las reverberaciones innecesarias, lo que facilita el correcto funcionamiento de estos dispositivos. Tener en cuenta las propiedades acústicas de los espacios también permite percibir más fácilmente señales vibratorias como alarmas o pasos, al mismo tiempo que minimiza las distracciones y proporciona mejores condiciones para los intérpretes de lenguaje de señas.
Mejorar las propiedades acústicas de los espacios implica diversas estrategias que abordan la absorción, el aislamiento y la difusión del sonido. La instalación de paneles acústicos en paredes y techos absorbe el sonido, reduciendo el eco y la reverberación. Los muebles tapizados como alfombras, tapetes y cortinas también contribuyen a la absorción del sonido. Las técnicas de aislamiento acústico, como el uso de ventanas de doble acristalamiento, paredes aisladas y puertas de núcleo sólido, ayudan a prevenir la transmisión del ruido, mientras que la incorporación de superficies variadas y difusores de sonido dispersan las ondas sonoras, minimizando los ecos.
Al comprender mejor las necesidades de las personas sordas y con diferentes capacidades auditivas, los profesionales de la arquitectura y el diseño pueden crear espacios que respondan a una gama más amplia de capacidades: caminos más amplios, transiciones suaves, señales multisensoriales, confort acústico, conexiones visuales, junto a colores y texturas empleadas estratégicamente para facilitar la orientación, todas estas estrategias pueden mejorar la experiencia sin obstaculizar la expresión arquitectónica. Como lo demuestra el efecto "Curb Cut", mejorar la accesibilidad y la inclusión de una categoría puede aumentar drásticamente la calidad de los espacios para todos en un efecto dominó positivo que resulta en entornos más funcionales, agradables y universalmente accesibles.
Esta característica es parte de una serie de ArchDaily titulada AD Narratives, donde compartimos la historia detrás de un proyecto seleccionado, profundizando en sus particularidades. Cada mes, exploramos nuevas construcciones de todo el mundo, destacando su historia y cómo surgieron. También hablamos con los arquitectos/as, constructores y la comunidad, buscando resaltar sus experiencias personales. Como siempre, en ArchDaily valoramos mucho las contribuciones de nuestros lectores y lectoras. Si crees que deberíamos presentar un proyecto determinado, envíanos tus sugerencias.